jueves, 22 de diciembre de 2016

MEJORES LECTURAS 2016



Pensé que no llegaba, pero tenía muchas ganas de compartir esta entrada que es una tradición para mí; mis mejores lecturas del año. Lamentablemente, no he reseñado la mayoría debido a mi ausencia blogger, pero espero hacerlo pronto porque hay mucho que deseo contar respecto a lo que me parecieron. Aquí intentaré ser breve solo para tentarles y ver si se animan a leer alguno de los títulos que comparto. Cosa rara, quizá porque no he llevado una lista de lecturas muy escrupulosa o porque sencillamente se ha dado así, no me he encontrado con una gran selección de títulos entre los cuales elegir a los mejores. No lo sé, quizá no fue un súper año lector o la edad me vuelve más exigente, pero en esta ocasión son pocos los títulos que me han tocado de tal forma que me siento cómoda recomendándolos a ciegas usando uno de mis gifs favoritos.



Sí, ese. Pero bueno, creo que después de todo presentaré una selección variada e interesante y espero que me cuenten si coincidimos en algún  título o si tienen alguno en la lista. Allí vamos.



 Todo ese fuego, de Ángeles Caso: Me llamó  la atención tan pronto como supe de él. Las Brontë. Es todo lo que tengo que decir. Y es que estas hermanas han sido siempre un enigma para mí, me inspiran una admiración enorme, me cuesta comprender cómo ha podido haber tanto genio en una sola familia (soy justa y cuento a Bramwell, aunque no es santo de mi devoción). Pero es poco lo que sabía de ellas, más allá de lo que cuentan las biografías, en particular de Anne y Emily, así que me moría por leer esta historia. Ya había probado la pluma de Ángeles Caso con Contra el viento, que si bien no me encantó, me dejó con una buena impresión, así que razón de más para ir por él en cuanto pude.

No es usual que un libro me conmueva hasta las lágrimas. No que sea insensible, me conmuevo con facilidad, pero en muy pocas ocasiones me he visto tocada por una lectura a un punto tan profundo. Y eso es lo que me ha ocurrido ahora con Todo ese fuego; por la belleza de la narración de la autora, por la genialidad de estas hermanas grandiosas y sobre todo por la admiración que me ha inspirado conocerlas un poquito más, aún cuando haya mucho de novela en esta biografía, si bien creo que ambas se complementan de forma perfecta. De pronto, tras leer este libro, tengo unas ganas enormes de lanzarme de nuevo sobre sus obras, siento que ahora las vería de una forma distinta y espero hacerlo pronto.



En tiempos de guerra, de Mariah Evans: No sería justo de mi parte decir que ha sido una sorpresa lo mucho que me ha gustado este libro, en absoluto. Me habían hablado muy bien de la pluma  de Mariah, pero por una cosa u otra no me animaba a empezar una de sus historias, pero entonces fui por esta y fue una lectura maravillosa. Como amante de la histórica y del romance, me encontré con una historia muy bien documentada narrada con mucho talento y con un romance sencillamente precioso, además de que Matt, el protagonista, me ha parecido un personaje masculino encantador. 



La nieta del señor Linh, de Philippe Claudel: Leí muchas reseñas positivas para esta novela, así que cuando di con ella la empecé de inmediato y no me defraudó. Es impresionante cómo se puede transmitir tanto en pocas páginas, de una forma tan simple y con temas que tocan a cualquier persona como son el desarraigo, la soledad, la amistad. El final me dejó de piedra, aunque lo veía venir desde lejos por un asunto de lógica; pero creo que allí radica la genialidad del autor, el conseguir envolver al lector de modo que se sumerge uno por completo en la trama y termina ajeno a esa lógica, que al fin y al cabo es un tema muy relativo. La nieta del señor Linh es una lectura conmovedora que te rompe un poco el corazón, ¿pero acaso no son esas las mejores?



Matar un ruiseñor, de Harper Lee: LA JOYA. Así con mayúsculas, con lo poco que las uso, me parece que estoy gritando, pero bueno, a lo que iba, que este libro ha sido mi favorito del año. Estoy tan, pero tan enamorada de Atticus, me ha parecido uno de los mejores personajes que he conocido en mi vida y podría escribir odas a su grandiosidad. En serio, no puedo entender cómo tardé tanto en leerlo cuando es un libro tan bonito. Trata sin anestesia, pero con un pulso espectacular un tema tremendamente complicado en una época más compleja aún, como son los conflictos raciales, prejuicios y rencores haciéndolo atemporal, perfecto. La inocencia de Scout y Jem, su valor, fe, la vida del pueblo en que les tocó vivir, las injusticias, el horror... Lo recomiendo a ciegas y espero de verdad poder reseñarlo como se debe porque lo merece mucho. 



Herbarium. Las flores de Gideon, de Anna Casanovas: Otra novela romántica que me encantó. Había leído un par de historias de la autora, pero ninguna me gustó tanto como esta, fue muy merecido el premio que obtuvo. Si bien la historia de la protagonista y el profesor no terminó de enamorarme como esperaba, ni cuenta me di entonces; ya había caído bajo el influjo de Sylvia y Gideon y el misterio relacionado con esas antiguas ediciones de Jane Eyre, un gran plus para quienes admiramos esta novela. Sin duda una historia muy romántica y tratada con enorme talento.



Flush, de Virginia Woolf. Jamás un cocker spaniel fue tan amado ni inspiró tanto como el bueno de Flush, ni nunca pluma tan talentosa y sensible como la de Virginia para retratar su vida de forma tan maravillosa. Encontré este libro en la última feria del libro de mi ciudad a un precio fenomenal y me lo llevé para casa muy contenta. Es una historia breve en la que no solo conocemos la vida de Flush, sino el tiempo compartido con su adorada humana, la famosa poetisa Elizabeth Barrett en toda su ajetreada existencia. Lo que consiguió aquí Virginia fue una proeza; retratar el mundo desde la óptica de un perro, reflejando su fidelidad y nobleza, la forma en que percibía su entorno; en fin, una delicia.





Yo antes de ti y Yo después de ti, de Jojo Moyes. Las pongo juntas porque es así como las veo, como una extensa y maravillosa historia de amor, una de amor propio, de descubrimiento, un viaje complejo y rico que emprende un personaje encantador, como es Louisa. Ella encuentra el amor en un gran hombre en Yo antes de ti, uno que en cierta forma le ayuda a ver dentro de sí misma y vencer sus demonios, pero que pierde pronto y de forma trágica, dejándola con nuevas cicatrices y con la necesidad de transitar ese duelo y descubrirse a sí misma una vez más. Esa es la historia en Yo después de ti y la disfruté tanto como la primera parte. Como decía, para mí es un todo y  me alegra haber hecho el viaje con Louisa. 



La princesa de las pampas, de Gabriela Margall. Me hizo una ilusión enorme encontrar este libro en la feria del libro de por aquí, tenía muchas ganas de leer una novela histórica de Gabriela Margall; es la autora favorita de una de mis amigas más queridas y ya había leído El secreto de Jane Austen, una novela contemporánea que publicó recientemente y que me gustó, pero quería probar su pluma en histórica y lo he disfrutado mucho. Es evidente que la autora tiene un conocimiento tremendo de la historia argentina y eso se percibe en cada página de esta historia sin necesidad de hacer alarde de ello, algo que me llena de admiración, no me gusta cuando en una novela me saturan de datos de forma innecesaria. La princesa de las pampas exuda historia argentina y presenta un romance muy real nacido en una época difícil, con un lenguaje íntimo y encantador. Espero encontrar los otros libros de la serie por aquí. 





Guerra y paz, de Leo Tolstói. Ay, Leo. Lo añado a la lista un poco por los pelos, acabo de terminarla, me acompañó durante meses y lo quise así porque intuí que sería una lectura para saborear, nada de prisas con ella, lo que he hecho con mucho gusto. Lo tenía en la mira desde hace un tiempo, pero no daba con una edición bonita y a buen precio hasta que encontré la de Pengüin en la feria y me la traje para casa. Vi la adaptación de este año, así que a grandes rasgos tenía una idea clara de qué iba la historia, pero nada se compara a la lectura, eso está claro. Nunca dejará de impresionarme cómo los clásicos pueden intimidar a veces, como me pasó con este libro antes de iniciarlo, pero una vez que te sumerges en sus páginas, no queda espacio para las reservas. El lenguaje de Tolstói es cercano o así lo he sentido; los personajes reflejan  las mil y un aristas de la humanidad y su evolución es extraordinaria. Incluso he disfrutado los detalles que el autor narra acerca de los conflictos, las batallas y estrategias que en otras lecturas quizá me hubiesen abrumado. Sin duda queda claro por qué Guerra y paz es un clásico y nunca dejará de encontrar a lectores que puedan apreciar la genialidad de Tolstói. Muy recomendable.

Y listo. Sé que mencioné algo acerca de ser breve, muchas líneas más arriba, pero cuando se trata de libros no se me da muy bien, así que espero me disculpen y tengan a bien considerar alguna de estas lecturas para que puedan disfrutarlas tanto como yo. Aprovecho esta entrada para desearles unas  felices fiestas, espero que el año que viene sea muy buen con todos, no solo con los libros, que también, sino sobre todo con la salud y el amor que necesitamos para seguir adelante. Que el 2017 les traiga muchas cosas buenas. 



jueves, 15 de diciembre de 2016

LA ESPOSA DEL DIOS DEL FUEGO: AMY TAN


Por qué la lealtad no debería confundirse con el sometimiento.

Durante más de cincuenta años Winnie y Helen ocultaron sus peores secretos. Pero, cuando Helen está a punto de morir, Winnie decide contarle todo a su hija Pearl, incluso la terrible verdad que ignora la propia Helen. Así despega esta fabulosa historia que nos conduce desde Shanghai en los años veinte, a través de una China envuelta en guerras, hasta Estados Unidos, adonde llega Winnie en 1949.



No sabía mucho acerca de Amy Tan antes de toparme con La esposa del Dios del Fuego, pero lo que sabía me resultó lo bastante interesante como para lanzarme a conocer sus letras sin pensarlo mucho. Supongo que es una reacción normal cuando  sabes que un autor como Stephen King le dedicó uno de los libros que se encuentra entre tus favoritos, Mientras escribo y, aún más, que ambos formaron parte de una banda conformada también por otros conocidos autores. Curioso, sin duda, y ya se sabe que los hechos curiosos por lo general traen cosas muy gratas.

Rock Bottom Reminders en todo su esplendor

La esposa del Dios del Fuego narra la vida de varias mujeres fuertes que en los determinados periodos de tiempo en que les tocó vivir lo hicieron con un valor impresionante sin que ello las convirtiera en seres perfectos, desde luego. Y, entre todas estas mujeres, sin duda la protagonista y quien lleva la voz cantante, tanto en el presente como en la narración de su juventud, es Winnie. 

La lectura nos presenta primero a Pearl, la hija de Winnie, una mujer de segunda generación de inmigrantes chinos asentados en Estados Unidos que tiene una mentalidad muy propia del país que la vio nacer; es una profesional respetada, tiene un lindo matrimonio, dos preciosas hijas, pero su vida está a años luz de ser perfecta. Ha sido diagnosticada con una enfermedad muy complicada y, además, su relación con su madre no es la mejor, tanto así que ni siquiera ha conseguido reunir el valor para confesarle su mal por temor a su reacción. Y no es para menos, la señora Louie, Winnie, no es una mujer de carácter sencillo y a veces puede resultar impredecible, amén de compartir con su hija un pasado lleno de disputas y diferencias de opinión. Pero lo que Pearl no sabe es que su madre también tiene un secreto; a decir verdad, tiene montones, y de los grandes, y gracias a su tía Helen, amiga y compañera de aventuras de su madre, está muy cerca de descubrirlos.


Creo que es precisamente cuando llegamos a este punto cuando tenemos claro el rumbo que va a tomar la historia, quién llevará la voz cantante y que todo se abre ante nosotros como un gran abanico de recuerdos, hechos y situaciones a cuáles más interesantes. Winnie, empujada por Helen, le cuenta su vida a Pearl y es entonces cuando, de la misma forma en que lo hace ella, descubrimos la extraordinaria y valiente mujer que es su madre. 

Winnie creció en un hogar muy acomodado de la China de los años 20´s, cuando aún la aristocracia y las antiguas familias conservaban buena parte del poder y las riquezas, pero el comunismo empezaba a ganar poder, surgiendo una joven mentalidad que cuestionaba ese estado tan cómodo para algunos e injusto para otros, sin contar las constantes guerras en las que el país se encontraba involucrado. Winnie perdió a su madre siendo muy pequeña y esto la marcó profundamente convirtiéndose en una suerte de paria dentro de su propia familia sin que jamás considerara la injusticia en ello. Porque Winnie fue una niña y joven de su tiempo, criada para obedecer, agradar y agachar la cabeza; y durante muchos años creyó que eso era lo correcto; tan correcto como verse arrastrada a un matrimonio sin amor y tolerar los más espantosos malos tratos. Hasta que, como muchas otras antes de ella, se cansó y decidió hacer algo. 


La esposa del Dios del Fuego es una historia que aborda varios frentes y es eso lo que la convierte en una lectura sobresaliente. La autora no solo retrata de forma exquisita la vida en la China de aquellos tiempos, permitiéndonos atisbar hasta el más mínimo detalle de la vida diaria, sus diferencias y variados paisajes sin que la lectura jamás resulte densa, sino que además nos presenta a una serie de interesantes personajes, todos ellos complejos; algunos son aborrecibles, como el esposo de Winnie, pero aún en su maldad resulta curioso el intentar hurgar en su retorcida mente, y también tenemos a alguien como Hulan, esa futura tía Helen que resulta un personaje con tantas capas que es una delicia ir descubriendo quién es en verdad. 

Esta novela es el retrato de un tiempo complicado con personas más complicadas aún, tanto como sus circunstancias y las decisiones que toman a lo largo de su vida. Y es también una fotografía de las relaciones entre madre e hija; compleja, difícil, también amorosa, pero sobre todo de mutuo descubrimiento, porque cuando Winnie termine de contar su historia y Pearl comparta la suya, el lector sabe que nada será igual para ellas, y eso, desde luego, no tiene que ser necesariamente malo. La esposa del Dios del fuego es un libro muy, muy recomendable y espero que se animen a conocer la pluma de Amy Tan, una autora fabulosa. 

lunes, 12 de diciembre de 2016

¡HOLA!



¡Hola! Parece que ha pasado una eternidad desde la última vez que pasé por aquí, y tal vez no ha sido tanto, pero lo parece; después de todo, para quien tiene una relación tan amorosa con Blogger y sus habitantes, sin duda seis meses pueden parecen un milenio. 

Hace varias semanas que  le daba vueltas a la idea de regresar, pero por un motivo u otro lo iba aplazando, además de que sentía que debía explicar de alguna forma mi ausencia y la verdad que no me sentía muy bien con la idea, no es sencillo, pero esta mañana me dije que era un poco tonto de mi parte, que debía coger valor, que si he pasado años de mi vida por estos rincones y considero como buenos amigos a tantos de por aquí, no tenía sentido andarme con tantas reservas. De modo que aquí estoy. En mi última entrada, acabo de verla, compartía la novedad de un nuevo sueño cumplido y mencionaba que posiblemente estaría un poco perdida porque tenía a un ser querido un tanto delicado de salud. Bueno, ese ser querido era mi madre, y falleció un par de semanas después. No quiero profundizar en eso, no puedo ni me siento cómoda hablando mucho de ello, pero sentí que debía decirlo porque algunos de ustedes me dejaron muy buenos deseos y eso es algo que valoro un montón. Las cosas distan de ir bien en lo que a ánimo se refiere, como imaginan, pero estoy intentando asomar la cabeza y creo que no hago un mal trabajo. El hecho de sentir el deseo de estar por aquí significa mucho y siento que me hará bien.

Habrán notado algunos que he pasado por  sus blogs, y espero seguir con mis visitas en estos días, hay tanto por ver, tantos libros por anotar, cosas bonitas por saber, que quiero centrarme y disfrutar de todo.

No me explayo más, que esta es, al final, solo una breve entrada de regreso; mi idea es ir compartiendo lecturas, como siempre y alguna cosilla más que vaya ocurriendo, volveré con algo de eso. Gracias a quienes aún están por aquí, a quienes tengo la suerte de tratar también en otros lares y, de nuevo: ¡Hola!


sábado, 11 de junio de 2016

UN SUEÑO MÁS SÍ IMPORTA



¡Hola! No recuerdo cuándo publiqué por última vez, creo que ha pasado bastante más de un  mes desde entonces y lo lamento  mucho; tanto como no haber pasado por los blogs amigos en todo este tiempo, aunque eso último ya lo voy resolviendo. La vida me ha tenido un poco apartada, con la salud de un ser muy querido tocada, y bueno, cuando la familia requiere no hay nada que pensar, de modo que puse la pausa y recién, algo más acostumbrada a los vaivenes y en espera de mejoría, voy retomando el ritmo blogger, porque el lector lo he mantenido a mil: lo que acompañan los libros cuando una los necesita...

Pero bueno, pasando a cosas más alegres, porque incluso en los días oscuros siempre se cuela una luz para alumbrar el panorama, hoy vengo a compartir algo muy bonito, un sueño cumplido, como puse por título a la entrada. Siempre comento cuán importante es para mí la escritura y cuánto disfruto ir cumpliendo esas metas que me voy fijando en el camino. Hace unos meses cumpí otra, una enorme y muy especial para mí por un montón de razones. Los lectores de romance ubicarán a la editorial Vestales, una que es muy respetada y querida por este lado del charco y que publica unas novelas, en particular de romance histórico, preciosas. El hecho de que sea una editorial cercana, por así decir, ya que es argentina, lo hace todo más emocionante. Estas son la portada y la sinopsis: 



Sin pensarlo, sin proponérselo, el conde de Falmouth se topa con la persona indicada. Busca a alguien que pueda educar a su hermano, un muchacho tímido, reservado, hasta hosco, que es el heredero del condado, luego de que la familia del conde sufriera un fatal accidente. Sin proponérselo, entonces, se encuentra con Emily Browning, que trabaja como redactora de cartas para los que no saben escribir, y decide contratarla.

Pese a la aprensión que le provoca en un primer momento, pese a que el conde le parece una persona oscura, de carácter intratable, que siempre quiere tener la razón, Emily acepta porque mudarse a la residencia del noble es la mejor forma de conseguir un sustento para ella y para su hermana, ambas huérfanas, además de la posibilidad de mantener oculto el secreto que la acompaña, que la ensombrece.

Ubicada en Falmouth Manor, para sorpresa de todos, la muchacha trabará una excelente relación con Alexander, el díscolo heredero. Además, noche tras noche, en cada una de las charlas con el conde, en las sucesivas partidas de ajedrez, vencerá la desconfianza inicial, descubrirá que, sin proponérselo, el conde la atrae como nunca le había sucedido y que él también guarda un secreto.

Claudia Cardozo ha escrito una novela llena de matices, de luces y sombras, de personajes secundarios que dejan huella en la trama; ha escrito, en definitiva, sobre dos personas que tienen que vencer aquello que, por formar parte de un oscuro pasado, les impide escuchar lo que el deseo y el regocijo quieren decirle.



Y bueno, la alegría está y la ilusión también. No sé muy bien cómo le irá, pero espero lo mejor y confío en que será una gran experiencia de la que espero aprender mucho; por lo pronto, el recibir los ejemplares en casa y compartir el momento con quienes más quiero ha sido alucinante. ¿Verdad que se ve precioso?

A ver si pronto puedo subir las reseñas de los libros que me han acompañado en estas semanas, que son varios y muy interesantes todos. Ahora sigo poniéndome al día con los blogs amigos, ¡todo lo que me he perdido! Gracias por estar allí. 

jueves, 28 de abril de 2016

UN ÁRBOL CRECE EN BROOKLYN: BETTY SMITH


El clásico norteamericano sobre la infancia y juventud de una hija de inmigrantes en el Brooklyn de la década de 1920. Francie Nolan adora leer, y lo hace sentada en las escaleras de emergencia de su casa, a la sombra de un árbol. Esta es la entrañable historia de su vida y la de los Nolan en general, una familia pobre, de raíces irlandesas y austriacas, que llegó a América buscando prosperidad. Francie crece con un padre dulce pero débil y demasiado pegado a la botella, de manera que el verdadero soporte de la familia es su madre, que trabaja limpiando las escaleras de la vecindad. Un coro de familiares y amigos rodea a la familia, pero queda claro desde el principio que son las mujeres Nolan las que de verdad pisan fuerte en la vida. Como aquel árbol que le da sombra mientras lee, y que crece en el cemento, la ingeniosa Francie lucha contra toda clase de obstáculos para sobrevivir y salir adelante. Una novela repleta de personajes vivos, que recrea la década de 1920 en Brooklyn y el sueño americano de miles de inmigrantes.



Un árbol crece en Brooklyn ha resultado una lectura compleja y al mismo tiempo más simple de lo que esperaba, aunque parezca un poco contradictorio. Menciono lo de compleja porque pensé, luego de recibir muchas recomendaciones acerca de ella, que me engancharía de inmediato, pero no fue así; si bien disfruté mucho de la lectura desde un inicio, reconozco que no fue sino hasta la mitad del libro, aproximadamente, que me vi por completo envuelta en la trama, lo que, a la luz de todos los acontecimientos que se suceden a esas alturas del libro, me ha llevado a preguntarme si quizá esa no fue la intención de Betty Smith desde un principio. Me refiero a que durante las primeras páginas del libro se nos presenta la vida de esta familia, los Nolan, desde los ojos de la pequeña Francie, por medio de una serie de anécdotas que  nos permiten conocer su relación entre ellos, con el mundo, y consigo mismos. Sabemos acerca de cómo esta familia de raíces irlandesas y austriacas llegaron a Nueva York, como muchos otros inmigrantes en aquella época, en busca de una vida mejor y ese "sueño americano" del que se hablaba tanto. Gracias a la narración sencilla y amena de la autora, que da voz a Francie, conocemos sus carencias, las dificultades por las que deben pasar, ese vivir un día sí y otro también sin estar seguros de lo que depara el mañana, pero con el mejor de los ánimos la mayoría de las veces para esperar lo mejor.



Francie es un personaje encantador, y la seguimos desde que es una niña hasta que crece bordeando la adolescencia, siempre con una serie de anécdotas interesantes y que grafican mucho el entorno en que vive. A Francie le encanta leer, al grado que va a la biblioteca como quien se acerca a una iglesia (muy identificada con ella en este punto), y está decidida a leer un libro de los que allí encuentra cada día, en orden alfabético (temo que no me veo tan reflejada aquí, jamás podría ser tan disciplinada con mis lecturas). Y a Francie no solo le gusta leer, sino que, según crece, descubre una gran pasión por la escritura (definitivamente esta niña es de las mías). Pero no todo son libros y los sueños de una niña pequeña, no, en absoluto. Vemos también la relación de Francie con su hermano Neeley, que me ha parecido entrañable, y en particular conoceremos también a los adultos que la rodean. Debo señalar aquí a los padres de los niños, porque ambos me han parecido muy interesantes y ricos. Kathie, la madre, es una de aquellas damas dispuestas a hacer todo lo que está en su mano por sacar adelante a su familia, trabajar hasta el desmayo y procurar una vida mejor para sus hijos, por difícil que resulte y por poca ayuda que reciba. El padre, Jhonny, en cambio... no sé, tengo sentimientos encontrados con él porque es un hombre que me inspira tanta lástima como indignación; trabaja eventualmente de camarero, pero tiene un serio problema con la bebida, y me rompe el corazón ver cuánto ama a su familia y cómo Francie lo idolatra, pero él se ve arrastrado por ese vicio.



Luego, en la segunda parte de la novela, como les comentaba, ciertos acontecimientos obligan a Francie a dejar parte de esa inocencia que conservaba y a enfrentarse a los horrores que la vida nos tiene deparados; pero no quiero entrar mucho en detalles para que así se animen a descubrirlos por ustedes mismos.

Algo más a resaltar de este libro es el maravilloso retrato que hace del Brooklyn de la época, cuando apenas empezaba a formarse gracias en gran medida a todos esos inmigrantes que literalmente sudaron y sangraron sobre sus calles para convertirlo en el lugar que nos es tan conocido, al menos gracias a la literatura. Sin duda, Un árbol crece en Brooklyn es un libro muy recomendable para cualquier lector; nos presenta personajes entrañables, una trama que te va envolviendo con suavidad hasta que necesitas saber qué depara el futuro a estas personas, y en particular a la pequeña Francie, que a mí, al menos, me ha robado el corazón.


"Son mágicos los instantes en que un niño se entera de que puede leer las palabras impresas. Durante un tiempo, Francie sólo sabía pronunciar las letras una a una, para luego juntar los sonidos y formar una palabra. Pero un día, mientras hojeaba un libro, la palabra "ratón" le apareció entera y de inmediato adquirió sentido. Miró la palabra y la imagen de un ratón gris se estampó en su cabeza. Siguió leyendo y cuando entrevió la palabra "caballo", oyó los golpes de sus cascos en el suelo y vio el sol resplandecer en sus crines. La palabra "corriendo" la golpeó de repente, y ella empezó a jadear, como si de verdad hubiese estado corriendo. La barrera entre el sonido de cada letra y el sentido de una palabra entera se había caído. Ahora, con un simple vistazo, la palabra impresa le revelaba su sentido. Leyó rápidamente unas páginas y estuvo a punto de desmayarse por la emoción. Quería gritarlo al mundo entero: ¡sabía leer! ¡Sabía leer!"

domingo, 17 de abril de 2016

EN ABRIL, LIBROS MIL



Hoy vengo con una nueva iniciativa del grupo TARROS-LIBROS 2016, de esas tan bonitas que se organizan. En esta ocasión, claro, toca festejar el Día del libro que, valgan verdades, para las almas lectoras es como Navidad, pero en abril. Por todas partes y para quien sepa  mirar, se encontrará  con ferias, conversatorios, ¡ofertas!; pero, sobre todo, nos toparemos con más de un amigo lector que tendrá la gentileza de recomendarnos algún libro que, nunca se sabe, podría cambiarnos la vida. La propuesta del grupo para esta fecha es precisamente recomendar un libro que le rinda honores a esos fieles amigos. Se me ocurrieron varios, pero decidí optar por uno que me parece no es tan conocido como merece y del que ya les hablé en alguna otra ocasión: La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey. 


Enero de 1946: Londres emerge de las sombras de la segunda guerra mundial. La escritora Juliet Ashton está buscando el argumento para su próximo libro. ¿Quién podría imaginarse que lo encontraría en la carta de un desconocido, un nativo de la isla de Guernsey, a cuyas manos ha llegado un libro de Charles Lamb que perteneció a Juliet?

A medida que Juliet y el desconocido intercambian cartas, ella se queda atrapada en un mundo maravillosamente excéntrico.


                                                                   

Una buena amiga me recomendó este libro hace mucho tiempo, pero me resultó difícil conseguirlo y apenas di con él a un precio razonable  me lancé sobre él (casi literalmente),  y lo llevé para casa. La autora principal de este libro, Mary Ann Shaffer, cuenta que un día estaba en la isla de Guernsey, en El Canal de La Mancha en espera de su vuelo en el aeropuerto y se entretuvo con un libro acerca de la ocupación alemana en este lugar. Quedó fascinada por el tema y decidió escribir un libro al respecto; desafortunadamente cuando estaba por terminarlo se vio atacada por una delicada enfermedad, pero tuvo la fortuna de contar con la ayuda de su sobrina, Annie Barrows, quien le ayudó a llevar el proyecto a buen puerto.

                                    

Este libro pertenece al género epistolar, y solo por ello ya me tenía muy interesada. Desde que leí 84, Charing Cross Road me enamoré de este estilo de narración, y si además, como en el caso de ambos libros, se trata el amor por los libros y la importancia de la literatura en la vida del ser humano, me tienen del todo ganada. 

Podríamos decir sin temor a equivocarnos que es Juliet Ashton la protagonista de esta historia, la persona alrededor de la cual se suceden los acontecimientos y son sus allegados, intereses y las sorpresas que van llegando a su vida quienes lo hacen también a la nuestra. Empezamos la historia con una carta, desde luego, como todas y cada una de las que componen este libro. Juliet es una joven mujer, escritora de profesión, que ha cosechado un gran éxito luego de publicar una columna semanal durante la Segunda Guerra Mundial bajo el seudónimo de Izzy Bickerstaff, todo ello en tono de chanza a fin de mantener el ánimo de la población tan elevado como es posible en semejante situación. Los artículos son recopilados en un libro que le depara buenas críticas y excelentes ingresos, pero ella decide despedirse de esa etapa de su vida y escribir un libro más serio. En esas está, insegura acerca de qué tema tratar, cuando le llega una curiosa carta de un habitante de Guernsey, Dawsey Adams, a quien le ha llegado un libro que alguna vez le perteneció a ella y quien le solicita que tenga la gentileza de hacerle llegar la dirección de alguna librería en Londres para así ordenar algunos títulos de su autor favorito, ya que en Guernsey no queda ya ningún establecimiento de ese tipo. Dawsey comenta algunos hechos curiosos respecto a la vida en la isla durante la ocupación que despiertan de inmediato la curiosidad de Juliet. Esta curiosidad se dispara hasta la estratósfera cuando Dawsey menciona a una suerte de club de lectura al que pertenece, la Sociedad literaria y el pastel de piel de patata, título impresionante donde los haya, así como lo importante que resultó esta sociedad para mantener el ánimo de la población en una época tan difícil para ellos. Este es el punto de partida para conocer, gracias a Juliet y a una serie de personajes, a cuál más interesante, la vida en aquella isla y los muchos acontecimientos que se sucedieron durante la guerra.

                                         

Creo que este libro retrata de forma fantástica la naturaleza humana en tiempos de crisis, cómo ésta saca lo mejor y lo peor de todos nosotros; pero hace hincapié en lo bueno, algo que agradecer en tiempos en que  muchas veces nos centramos más en lo negativo que en lo positivo. La lealtad, la amistad a prueba de balas, la resiliencia humana que jamás dejará de sorprenderme, y sobre todo esa bendición que es la literatura en la vida de las personas que están dispuestas a abrazarse a ella me han parecido sencillamente conmovedoras. 

La novela se lee en un suspiro y resulta imposible no terminar enamorada de Guernsey y de muchos de sus habitantes, personajes encantadores casi todos que van plasmando sus personalidades en las cartas que intercambian con Juliet u otras personas en el transcurro de la historia. Se sufre también, imposible no mencionarlo, ya que aquí no se oculta el horror de la guerra ni se esconden las tristes anécdotas de supervivientes y de aquellos que permanecen en la memoria de quienes los amaron, pero está narrado todo con tal delicadeza y respeto que llega al lector dotado de un aire de esperanza que opaca al dolor.

Un libro muy recomendado para todo el mundo, pero en particular para todos aquellos que amamos la literatura y que nos hemos visto salvados más de una vez por ella. ¡Feliz Día del libro!



"Eso es lo que me encanta de la literatura; en un libro encuentras un detalle diminuto que te interesa y ese detalle te lleva a otro libro y algo en ese te lleva a un tercer libro. Es matemáticamente progresivo; sin final a la vista y sin ninguna otra razón que no sea por puro placer"



martes, 5 de abril de 2016

COMER REZAR AMAR: ELIZABETH GILBERT



La protagonista, Elizabeth, de treinta y tantos años, deja atrás un matrimonio de siete años, un divorcio desgarrador y un desastroso romance posterior. Necesita alejarse de todo un poco, así que decide dar el gran paso, respirar hondo, dejar todo y marcharse de Nueva York. Así llega a Roma, donde descubre los placeres de la ciudad, aprende diez expresiones nuevas al día y se queda fascinada con los sorprendentes ojos de su nuevo ligue Giovanni, diez años menor que ella, y con el poder curativo de la pizza. Después de Italia, Elizabeth prosigue el camino ya emprendido por otros países, hasta que da la vuelta al mundo y en paz consigo misma regresa a Nueva York. Esta novela, que es un excelente ejemplo de la nueva corriente literaria que ya tiene numerosos seguidores en todo el mundo, la novela de autoayuda, es una reflexión sobre el amor en sus diferentes formas. Incluso el más escéptico lector soñará con encontrar a Dios algún día en un lugar de la India o quizá en un pedazo de pizza. Y no es un libro sólo para mujeres. 



Tardé mucho tiempo en leer este libro, lo que es curioso porque su autora, Elizabeth Gilbert, me cae muy bien; no que la conozca, pero leí otra de sus novelas y he visto varios videos suyos en los que habla acerca de la escritura y me parece una mujer bastante centrada y con un gran amor por lo que hace. Pero al fin encontré un momento para ponerme con Comer, rezar y amar, y ha sido una experiencia muy interesante.

No acostumbro leer muchos libros de autoayuda, no porque tenga nada en contra de ellos; por el contrario, creo que todo lo que pueda ayudar, valga la redundancia, a que una persona pueda sentirse bien consigo misma es muy necesario, en particular en este mundo tan loco en el que vivimos hoy; pero la verdad es que encuentro desesperantes esas lecturas cuando pecan de aleccionadoras, cuando el autor quiero imponer su manera de pensar y fijar pautas estrictas acerca de cómo se supone que debes vivir tu vida si quieres vivir en armonía contigo mismo. No sé, a lo mejor es que tengo un problema con las imposiciones, debe de ser mi vena rebelde.

Pero no hay nada de eso en Comer, rezar y amar. En este libro conocemos a una mujer como muchas otras que llega a un punto de su vida en que empieza a cuestionarse todo y no comprende qué está haciendo o por qué no está ni remotamente cerca de ese ideal de felicidad del que todo el mundo habla, aunque valgan verdades, la felicidad es un concepto un tanto complejo y que creo a veces se trata con mucha ligereza, pero esa es otra historia. El punto es que Liz, la protagonista del libro y nuestra escritora, quien nos cuenta su experiencia, decide que debe hacer algo o sencillamente su vida se irá al garete, y no es solo un decir; en el momento en que toda esta decisión se encuentra ahogada en la depresión y siente que no da más. De modo que toma todos esos conceptos que ha ido recolectando a lo largo de los años y emprende un viaje de un año por tres lugares del mundo en busca de encontrarle un sentido a la vida.



Al final, no sé si Liz encuentra ese sentido, dudo de que ella lo sepa tampoco, o al menos eso da a entender en el libro a lo largo de las páginas; puede que después de todo en realidad la vida no lo tenga. Pero son sus experiencias, el conocimiento que va adquiriendo día a día y sobre todo gracias a las personas que se encuentra en el camino y que le cuentan sus historias, algunas trágicas y otras felices, que ella aprende el que me parece es uno de los grandes fines de todo ser humano: aceptarse a sí mismo y amarse. Y no creo que sea algo que se puede aprender en un año, es algo que toma toda la vida y que sin duda nos depara más de una caída y muchas preguntas sin respuestas, pero al final la existencia en sí es toda una aventura y es uno quien decide cómo va a enfrentarla. 

Comer, rezar y amar es todo un viaje narrado en un tono muy sencillo y divertido con un montón de pasajes que enseñan mucho acerca de los lugares que Liz va visitando y de las personas con las que se encuentra, amén de líos, equivocaciones y algo de romance. También hay grandes lecciones para quien quiera verlas y, lo más importante para mí, es un libro que invita a pensar y eso es algo que siempre disfruto en mis lecturas, así que lo recomiendo mucho.








"La devoción es amor."

jueves, 31 de marzo de 2016

¡NOVEDAD!



Sí, sí, que ya tocaba venir a contarles algo de mis andanzas literarias y aquí estoy para ello. Les contaba hace un tiempo ya que En busca de un hogar, la primera novela que publiqué y que luego fue reeditada por Romantic Ediciones saldría en papel y que entonces vendría a contarles y a dar los alaridos de rigor. Bueno, pues ese momento ha llegado.



Y sí, lo está, muy viva. Bueno, ya lo estaba, pero ahora un poco más porque de hecho que el poder verla en una librería es algo muy especial que me moría de ganas por experimentar y voy a hacerlo ahora, lo que vendría a ser algo así como un sueño cumplido. No sé cómo le irá, sé poco del tema, pero prefiero continuar así. El mundo editorial me parece cada vez más complejo y abarca tanto, pero tanto, se ven tantas novedades y ofertas, que opto por permanecer en mi burbuja de felicidad, al menos en lo que a escritura se refiere, que el día a día no sabe mucho de burbujas sino algo más de alfileres. De modo que en eso estoy, disfrutándolo a mil, con unas ganas enormes de tenerlo entre las manos para darle el abrazo de rigor y albergando la ilusión de que alguien, cuando vaya a una librería para darse el gusto, como lo hacemos casi todos, lo vea entre muchos otros y algo le llame a sacarlo del estante. ¿Y quién sabe? A lo mejor y hace honor al título y le da un nuevo hogar. O, aún mejor, también le provoca darle un abrazo. 



Con eso me quedo más que feliz. Y, en tanto, sigo soñando, porque he descubierto que no hay sueño imposible, sea pequeño o grande y que la constancia, el trabajo duro y la buena vibra son, la mayor parte del tiempo, la mejor y la más satisfactoria opción para convertirlos en realidad. Ah, sí, que se me olvida; descubrí también que compartirlos con buenas personas lo hace aún más divertido, así que muchas gracias por eso.


domingo, 20 de marzo de 2016

DETRÁS DE LA MÁSCARA: ADRIANA RUBENS



La Revolución industrial ha convertido a Londres en una ciudad de grandes desigualdades económicas y sociales. Kathleen Sweeney nació en Whitechapel, uno de los barrios más pobres. Se habría convertido en lo que muchos considerarían una “rata de alcantarilla”, si no hubiera sido por un giro inesperado del destino, que ha hecho de ella la prometida del marqués de Dunmore. Pero un nuevo imprevisto amenaza con ensombrecer su porvenir: acaba de recibir en herencia el Jardín Secreto, un exclusivo prostíbulo.

A Nicholas Richmond, marqués de Dunmore, la vida lo ha bendecido desde la cuna. Nacido en el seno de una de las familias más poderosas del país, está acostumbrado a que todo el mundo le rinda pleitesía. Se enorgullece de ser un hombre frío, que mantiene todos sus sentimientos controlados… hasta que el beso de una inocente muchacha se convierte en su obsesión y una misteriosa mujer enmascarada termina por robarle el corazón.

¿Podrá su amor vencer los prejuicios sociales y sobrevivir a los peligros que acechan desde Whitechapel?

Según el jurado del VI Premio Vergara-El Rincón de la Novela Romántica, «Detrás de la máscara nos ha cautivado por su preciosa historia de amor, por su originalidad, dinamismo y frescura, por la chispa de sus diálogos y a la vez por ser una novela romántica de las de siempre. Sus personajes, tanto los principales como los secundarios, nos han conquistado y difícilmente se borrarán de nuestra memoria.»



Hoy llego con la reseña de una novela romántica, que ya tocaba; después de todo, es uno de mis géneros favoritos y siempre disfruto mucho encontrarme con una buena historia. Eso es lo que ha ocurrido con Detrás de la máscara de Adriana Rubens, una novela muy bonita que resultó ganadora del último Premio Vergara y que llegó a mí muy recomendada. Esta es, según sé, la primera novela de la autora y creo que ha empezado con el pie derecho en esta andadura porque ofrece un estilo fresco y divertido que le viene de perlas al género.

Kathleen, o Kathy, para los amigos, es la protagonista de la historia y es, además, quien me parece que lleva todo el peso de la novela, lo que me ha parecido genial porque su vida es bastante interesante y se ve envuelta en circunstancias que nos permiten conocer mucho acerca de la vida en el tiempo que le tocó en suerte. Ella, aunque educada desde la muerte de su madre en un reconocido internado para señoritas, donde recibió una formación atípica para la época y que supo aprovechar muy bien, pasó una infancia muy difícil en la zona de Whitechapel, donde había que tener agallas para sobrevivir y mucha voluntad, lo que le fortaleció el carácter y, me atrevería a decir, la preparó para todo lo que le tenía preparado la vida. Y vaya con lo que se le venía...



Kathy se vio prometida en circunstancias un poco accidentadas al marqués de Dunmore, Nicholas Richmond, hermano de su mejor amiga, pero su compromiso en sí no es muy usual, de modo que cuando deja el internado se ve de pronto muy lejos de la tranquilidad que esperaba encontrar. A partir de aquí se pone a prueba ese carácter y la bondad que refleja desde un inicio. Su tía, quien era su tutora, le lega un conocido burdel de Londres y ella, en gran medida bajo coacción, se ve obligada a aceptarlo y no solo eso, sino que se pone frente al negocio de marras, por llamarlo de alguna forma, y empieza una rebelión en su búsqueda de un futuro mejor para las mujeres que allí trabajan, así como de muchas otras personas que se ven afectadas por la miseria en una época tan crucial de la historia. Creo que este es el punto fuerte de la historia, al menos para mí; me ha encantado la aventura de Kathy y esa misión que se desarrolla durante toda la historia, así como varios de los personajes secundarios que aparecen en la trama. Puntos para Connor, su "socio" en el negocio y quien es de por sí todo un enigma en sí mismo que espero conocer más a fondo en una futura entrega, porque promete mucho.



Entre lo que no me terminó de convencer se encuentra quizá, por raro que suene, el romance en sí mismo. No he logrado conectar con el personaje de Nicholas, si bien es cierto que el pobre palidece un poco frente a uno tan bien logrado y complejo como Kathy, lo que no es su culpa; pero sin duda la falta de profundidad en su personaje y la rapidez y facilidad con que se desarrolla la relación entre ambos consiguió que el romance no me emocionara tanto como esperaba. Igual, creo que la historia de la protagonista y secundarios, así como el misterio y los secretos que se van develando hacen de la lectura una delicia y solo por eso vale muchísimo la pena. 

Quedo a la espera de lo que nos presente la autora en el futuro y desde luego que recomiendo mucho esta historia. 

domingo, 13 de marzo de 2016

UN MONSTRUO VIENE A VERME: PATRICK NESS



Una historia emocionante y extraordinaria sobre un niño, su madre enferma y el monstruo que viene a visitarlo. Siete minutos después de la medianoche, Conor despierta y se encuentra un monstruo en la ventana. Pero no es el monstruo que él esperaba, el de la pesadilla que tiene casi todas las noches desde que su madre empezó el arduo e inacabable tratamiento. No, este monstruo es algo diferente, antiguo… Y quiere lo más peligroso de todo: la verdad.



Es difícil reseñar un libro como Un monstruo viene a verme, o al menos así me parece a mí, y supongo que se debe a la fuerte impresión que deja una vez que lo has terminado. La primera vez que oí acerca de él y leí la sinopsis me dije que quizá no fuera buena idea leerlo, que el tema que trata es muy doloroso y que lo mejor era ir por él en el momento apropiado, como pasa siempre con los libros que sabes van a necesitar una consideración especial. Y bueno, como ha ocurrido antes, me enteré de que harían la adaptación al cine, vi el trailer y me ganó la curiosidad porque se ve impresionante. De modo que cogí el libro y me puse con él pensando que me esperaba algo muy especial entre sus páginas. Y así fue.





«Hay cosas peores que ser invisible», había dicho el monstruo, y tenía razón.







Conor es un niño muy apegado a su madre gravemente enferma que se presenta ante nosotros en una historia que asemeja un poco a los cuentos de hadas, pero a esos antiguos, propios de leyendas inmemoriales, oscuros y que, puedes intuir, tienen pocas alegrías para ofrecer. Y eso es triste, claro, pero también es justo y necesario porque la vida es así; a veces el destino nos tiene preparados golpes muy fuertes y no queda otra opción que plantar cara aún cuando lo único que deseemos en verdad sea salir corriendo. Y esa es una de las lecciones más importantes del libro, la apremiante necesidad de aceptar la verdad por dolorosa que sea. Porque la verdad, si bien no siempre te hace libre, al menos alivia de alguna forma a un corazón destrozado. 

El monstruo que va en busca de Conor es una criatura tan antigua como la tierra que, si bien ofrece contar algunas historias que según él no tienen el fin de aleccionar, en realidad sí que lo hacen un poco; pero su fin principal es conseguir que Conor acepte lo que está ocurriendo y le haga frente a sus pesadillas. 







—Las historias son criaturas salvajes —dijo el monstruo—. Cuando las sueltas, ¿quién sabe los desastres que pueden causar?










Un monstruo viene a verme es un libro muy corto, con un estilo de narración ágil y sencillo que engancha de inmediato y te mantiene pegado a sus páginas. Duele, sí, me parece importante recalcar eso porque a veces los libros que tratan de alguna forma temas como las enfermedades y las pérdidas hacen énfasis en la esperanza, pero no hay mucho de eso por aquí. Y eso está bien, con frecuencia no hay lugar para la esperanza propiamente dicha, pero eso viene luego; en un inicio, frente al desastre, la mera supervivencia es suficiente. Muy recomendable. 

miércoles, 2 de marzo de 2016

LECTURAS PARA EL 8 DE MARZO: CHARLOTTE DE DAVID FOENKINOS



Tengo la fortuna de seguir por distintas redes sociales a un grupo de excelentes personas con quienes comparto muchos gustos e ideas; están por aquí en el blog, leyendo esta entrada, y son maravillosos, algunos por Twitter, otros por el siempre mentado Facebook, y a veces están en todas partes y es una dicha porque así no me pierdo de lo que ellos a su vez quieren compartir, entre ellas ideas magníficas ideas que unen a un grupo de personas con intereses comunes y se lo pasan genial en el proceso de hablar de ellos. En este caso en particular me refiero a Carmen, del blog Carmen y amigos, que tiene una página en Facebook en la que siempre está compartiendo un montón de actividades, todas muy interesantes y aun cuando el tiempo no me da para sumarme a todas, hay varias que sencillamente me enamoran y no me perdonaría no participar. Una de ellas, una lectura conjunta de Thornfield a Manderley, que implica la lectura de pedazos de libro como son Jane Eyre, Ancho mar de los Sargazos y Rebeca nos tiene muy emocionados a todos los participantes, pero ya les contaré algo más acerca de ello. Hoy es un día especial para una actividad más especial aún. Hoy me uno a un homenaje para el Día Internacional de la mujer del grupo Tarro-libros 2016.



Que sí, lo sé, tal vez sea una fecha que en realidad ni siquiera debería existir, ¿verdad? Pero desafortunadamente, al menos por ahora, mientras la palabra "igualdad" se muestre para tantas en el mundo muy lejana y esquiva, está más latente que nunca la necesidad de conmemorar este día no solo porque es un recordatorio de todo aquello por lo que aún tenemos que luchar, sino para celebrar y rendir honores a tantas y tantas mujeres que a lo largo de la historia, queriéndolo o sin querer incluso, por el mero hecho de desafiar los convencionalismos y hacer frente a la injusticia, nos abrieron un poco el camino a sus congéneres de estos tiempos.

La actividad a la que Carmen nos invita consiste en hablar acerca de una mujer o grupos de mujeres que marcaron historia, muchas de ellas poco conocidas o apreciadas como merecen. La verdad es que, por fortuna, puedo pensar en cientos de nombres, lo mismo que sin duda les ocurre a ustedes, pero me he decantado por un personaje maravilloso al que "descubrí" hace no mucho tiempo y cuya historia, conocida gracias a un autor magnífico, me robó el corazón.



Charlotte Salomon.

David Foenkinos escribió una suerte de biografía novelada de esta gran artista alemana que fue Charlotte Salomon mostrándola al mundo tal y como fue, una mujer privilegiada por su talento, con un fardo emocional enorme debido a su trágica existencia y la herencia de pesares que le tocó en suerte. Y tal vez allí radique la razón de esa fascinación que inspira esta mujer en cuanto se conoce su historia, en el hecho de saber que tenía todo para rendirse, que de ser una persona poco dispuesta a la lucha sencillamente hubiera bajado los brazos en las muchas oportunidades que tuvo y nadie la hubiera culpado. Una mujer en su tiempo con su talento y personalidad no era moneda corriente, se le veía con desconfianza, una que sumada a su condición de judía en una Alemania Nazi solo podía asegurarle dolor. Pero ella escogió vivir. ¿Puede haber un acto más revolucionario que ese? En un mundo donde el horror le golpeó más allá de lo imaginable y oyó una y otra vez que lo más sencillo hubiera sido solo dejar que el destino le arrastrara, Charlotte eligió vivir y lo hizo muy bien. En el breve periodo de tiempo en que estuvo en este mundo, abrazó su arte y volcó sus demonios y esa esperanza que le brotaba por los poros en forma de rebelión para contar su historia. 



Reseñé el libro de Foenkinos en su momento y me gustaría compartir algunos fragmentos de esa reseña que quizá les ayude a ver de forma más clara quién era Charlotte y qué fue lo que hizo para convertirse en esa estrella brillante y fugaz que, a mi parecer, dejó una estela imborrable.

Charlotte Salomon era una superdotada, tenía un temperamento muy particular heredado, quizá, de esas mujeres de su familia, aquellas que escondían  mundos interiores tremendamente complejos, casi infiernos en vida en la medida en que permitían que la desgracia y la depresión les afectara a este grado. Fue el caso de su tía, la hermana de su madre de quien hereda el nombre, una mujer que se suicidó lanzándose de una ventana de su casa con solo dieciocho años, hecho que marcó profundamente a la madre de Charlotte, que nunca pudo recuperarse de este trauma; adoraba a su hermana y no hubo forma de volver a ser ella misma. Esta mujer hizo lo posible por llevar una vida normal, se hizo enfermera, conoció a un médico entregado a su profesión y se casó con él, teniendo luego a Charlotte, pero la depresión fue una constante en su vida hasta que se suicida dejando a su hija muy pequeña; a ella, por cierto, le hicieron creer que su madre había muerto de una enfermedad, no supo la verdad hasta varios años más tarde, y esto la marcó de forma terrible.



Charlotte formaba parte de una familia acomodada, con cierto prestigio en Alemania, pero eran también judíos, y cuando la amenaza Nazi se sumió sobre el país, no hubo manera de permanecer a salvo. Pese a ello, cuando su padre contrajo segundas nupcias con una famosa cantante, Charlotte conoció el mundo del arte y empezó a encontrar en la pintura el escape para su difícil vida; se enamoró locamente del maestro de canto de su madrastra, Alfred, un hombre que la alentó a desarrollar su talento, al grado que consiguió entrar a la escuela de Bellas Artes de Berlín pese a que en aquella época era casi imposible para un judío el conseguir un cupo. Sin embargo, el horror de la guerra y el fanatismo avanzaba, al grado que debió dejar la escuela y seguir a sus abuelos maternos en su refugio en Francia.

En determinado momento, debido al suicidio de su abuela y al conocimiento de la verdadera causa de la muerte de su madre, Charlotte se vio frente a un punto de quiebre en su vida; dejarse arrastrar por esa pasión y dolor que le corroían el alma y renunciar a su vida, o entregarse al arte y buscar en él la salvación. Optó  por lo segundo y, con un ritmo impresionante, tal vez presintiendo lo cerca que tenía ya a la muerte, creó su gran obra "¿Vida o teatro?" / "Leaben oder Thether?: Ein Singspiel", una serie de pinturas autobiográficas que no solo constan de pinturas en realidad, sino también de texto, poesía, conversaciones interiores y referencias musicales. Tal y como le dijo al Dr. Moridis, quien se convirtió en guardián de su obra al confiársela: "Mantenlo seguro, es toda mi vida". Él lo hizo, y gracias a ello, podemos conocer su historia. 

Al final, me quedo con una frase que creo ejemplifica de forma perfecta la decisión de Charlotte de no rendirse y de vivir su vida tal y como ella eligió. Pensando con seguridad en esas mujeres de su familia que por un motivo u otro terminaron arrastradas por la desgracia y, quiero pensar que también por todas aquellas que no tenían alternativa, en su tiempo y en el nuestro, ella dijo:

"Viviré por todas ellas"

Y lo hizo.