domingo, 25 de octubre de 2015

NUNCA JUZGUES A UNA DAMA POR SU APARIENCIA: SARAH MACLEAN



Es la mujer más poderosa de Gran Bretaña. Una reina del Londres clandestino… Pero nadie puede saberlo.

Él es el único hombre lo suficientemente inteligente como para descubrir la verdad. Poniendo en riesgo todo lo que ella posee… Incluido su corazón.

Durante el día ella es Lady Georgiana, hermana de un duque, arruinada antes de su presentación en sociedad con el mayor de los escándalos. Pero la verdad es mucho más impactante –en las callejuelas más oscuras de Londres, ella es Chase, el misterioso y desconocido fundador del antro de juego más legendario de la ciudad. Durante años, su doble identidad no ha sido descubierta… hasta ahora.

Inteligente, resuelto y apuesto como el demonio, Duncan West está intrigado por la hermosa y arruinada mujer que está, de alguna manera, conectada con un mundo de oscuridad y pecado. Duncan sabe que ella es más de lo que aparenta y jura descubrir todos los secretos de Georgiana, dejando al descubierto su pasado, amenazando su presente y arriesgando todo lo que ella aprecia… incluido su corazón.



Al fin he leído el último libro de la saga escrita por Sarah MacLean y puedo decir que ha sido lo que esperaba, y más. A veces, cuando esperamos la continuación de una historia con muchas ganas, como ha sido el caso con esta, sucede que las expectativas superan con mucho al resultado final, pero por suerte he quedado muy contenta con el cierre de esta saga tan bonita. 

Ahora, como un consejo, si aún no has leído la saga y piensas hacerlo, tal vez sea buena idea leer la sinopsis por encima y saltarte esta reseña, pero si como yo sabes lo que te espera en este libro, o tal vez no te molesta ir avisado, entonces te invito a conocer mi opinión.

Cada uno de los libros que componen esta saga es protagonizado por un miembro del club de juego conocido como El Ángel Caído, una aventura empresarial, digamos, montada por cuatro socios con varias cosas en común, en particular el hecho de esconder algunos secretos y tener excelentes motivos para ir en contra de todo lo que la sociedad en la que viven considera "correcto". Cada personaje es genial, todos tienen un pasado complejo y muy rico que está bien planteado y que le da sentido a sus acciones; pero sin duda mi favorito, y del que deseaba saber más, es Chase, y lo he pasado muy bien conociendo su historia.



Chase, como la sinopsis revela y como saben quienes han leído los libros, es el socio principal, quien tuvo la genial idea de fundar el club y convertirse, junto a sus socios y amigos en los hombres más poderosos de Londres, no solo por su cuantiosa fortuna, sino sobre todo por el conocimiento de los más jugosos secretos de los asociados del club. Pero, aunque no es un pero en toda regla, sino a mi parecer un plus, Chase no es lo que parece, empezando por su género. Chase es en realidad lady Georgiana, hermana de un poderoso duque que, siendo muy joven, cometió lo que en aquella época se llamaría un desliz, uno de los grandes, digamos, porque se convirtió en madre soltera, y en una sociedad como la victoriana, eso era poco menos que el suicidio social. Pero Georgiana nunca se dejó abatir por la situación y, por el contrario, decidió que le importaba más bien poco lo que otros pensaran y se lanzó a adquirir poder y dinero como el miembro fundador y más astuto de El Ángel Caído. Pero su niña empieza a crecer y es entonces cuando decide que tal vez sea el momento para hacer un sacrificio y buscar la estabilidad y el respeto que hasta entonces le son vedadas en la sociedad por su pasado. 

Y por otra parte tenemos a Duncan West, personaje del que ya habíamos atisbado un poco gracias a los anteriores libros. Ahora, tenía muchos deseos de conocerlo porque era evidente que se convertiría en la contra parte romántica de Chase, o Giorgiana, bueno, y siendo esta un personaje tan interesante, me preguntaba si estaría a la altura. Y lo ha estado, sin duda, porque me ha parecido un personaje delicioso y muy rico. Porque, si la mujer en la que estás interesado guarda un secreto del tamaño de una catedral, ¿qué hace uno? Pues esconder otro que equivale a El Vaticano. Y sí, cada uno tiene su propio esqueleto en el armario, por no decir un osario, y es en el desarrollo de su relación que los vamos conociendo a profundidad, en especial el de Duncan. Él, hombre listo e íntegro donde los haya, también puede jugar sucio, lo que le viene de perlas porque sin duda a Georgiana no le va nada bien el juego limpio. En un inicio se presentan como aliados, porque Duncan, aprovechándose de su poder mediático, decide ayudar a Georgiana para que logre "limpiar" su reputación y encontrar el marido que busca para asegurar un mejor futuro a su hija, mientras que ella le ofrece cierta ayuda en nombre del todo poderoso y poco presto a mostrarse Chase, a fin de librarse de un enemigo bastante peligroso. Desde luego, la atracción está latente desde el primer momento y vamos viendo cómo esta se desarrolla y termina convirtiéndose en algo más poderoso, pero no por ello menos peligroso considerando los secretos de cada uno y todo lo que tienen que perder si dan un paso en falso.

Entre intrigas a diestra y siniestra, la frescura y el sentido del humor que tan bien domina MacLean, esta novela se me ha pasado en un suspiro y me ha dejado con una sensación muy agradable; me atrevería a decir que esta saga ha pasado a formar parte de mis favoritas y sus personajes en buenos amigos. Sin duda una lectura muy recomendable para los amantes del género y para quien le provoque leer una buena novela romántica que les asegure momentos muy divertidos. 

domingo, 11 de octubre de 2015

REVIVAL: STEPHEN KING



Octubre de 1962. En una pequeña localidad de Nueva Inglaterra la sombra de un hombre se cierne sobre un niño que juega ensimismado con sus soldaditos. Cuando Jamie Morton levanta la vista, ve una figura imponente. Se trata de Charles Jacobs, el nuevo pastor, con quien pronto establecerá un estrecho vínculo basado en su fascinación por los experimentos con electricidad.

Varias décadas más tarde, Jamie ha caído en las drogas y lleva una vida nómada tocando la guitarra para diferentes bandas por bares de todo el país. Entonces vuelve a cruzarse con Jacobs -dedicado ahora al espectáculo y a crear deslumbrantes «retratos de luz»-, y este encuentro tendrá importantes consecuencias para ambos. Su vínculo se convertirá en un pacto más allá incluso del ideado por el Diablo, y Jamie descubrirá que «renacer» puede tener más de un significado.

Esta inquietante novela, que se extiende a lo largo de cinco décadas, muestra uno de los más terroríficos finales que Stephen King haya escrito jamás. Es una obra de arte del maestro de contar historias de nuestro tiempo, en la tradición de Hawthorne, Melville o Poe.



Stephen King es uno de los autores a quienes, sin considerar entre mis favoritos, respeto enormemente. Por su extraordinaria imaginación, claro, y su capacidad de volcarla en el papel, pero sobre todo por su gran compromiso con la escritura; cada vez que puedo y me provoca, que es bastante seguido, le doy una hojeada a su maravilloso Mientras escribo, que siempre me sirve de revitalizante, por decirle de alguna forma. 

En Revival se nos deja claro por qué King es considerado como uno de los grandes narradores de nuestro tiempo; su talento para contar historias y hacerlas llegar al lector es impresionante. En esta novela, que me parece de las mejores que nos ha ofrecido en los últimos años sin ser quizá el mejor de sus trabajos, recurre nuevamente a ese terror psicológico que se le da tan bien. La historia empieza con un planteamiento sencillo, un pequeño niño, Jamie Morton, juega con los soldaditos que le ha obsequiado su hermana mayor y es entonces que aparece en su vida a quien se referirá como "su quinto en discordia", ese personaje que, sin esperarlo, se convierte en parte vital de su existencia. Cuando Jamie conoce a Charlie Jacobs, el nuevo pastor, le simpatiza de inmediato, lo mismo que a toda su familia, y él también se convierte en objeto de su cariño. Charlie es un buen hombre con esposa, hijo, y una tremenda afición por todo lo relacionado con la electricidad y sus misterios. 



Infortunadamente, la desgracia hace que Charlie desaparezca de la vida de la familia Morton, y no vuelve a aparecer hasta muchos años después, cuando Jamie es ya un adulto con una carga emocional muy pesada y está necesitado de ayuda aún cuando no sepa cómo pedirla o esté dispuesto a hacerlo. Entonces Charlie, que ha dejado la labor pastoral descontento con la religión, le ofrece una mano, pero no es una mano desinteresada, debería decir, porque Charlie ha cambiado mucho y su propia tragedia lo ha llevado a explorar en peligrosos experimentos en busca de respuestas que, tal vez, si las conociera, desistiría de investigar.

Algo interesante aquí es que King explora de forma muy inteligente en la forma en que los seres humanos reaccionamos frente a las pérdidas y las tragedias, mostrándonos ambas caras de la moneda. En mi experiencia, sé que hay pocas cosas más duras en la vida de un creyente que perder a un ser amado de forma brusca y ver desaparecer al mismo tiempo la fe; es una experiencia desoladora y no es extraño que en casos como ese te encuentres perdido y sin saber qué hacer. Entonces quedan dos opciones; o aprendes a sobrellevar el dolor y continúas aferrándote a la vida tal y como hace Jamie, por muy presentes que estén las ausencias, o haces como Charlie, que se solaza en la pena y se ciega a aquello que está fuera de su alcance aún cuando sabe que continuar con esa senda solo lo terminará destruyendo.

En esta novela de King no solo estamos ante hechos que pueden parecer sobrenaturales, los que me han provocado más de un sobresalto, todo hay que decir, sino que también estamos frente a un retrato de humanidad y de cómo la vida se impone a todo, de una forma u otra, aún sobre el dolor. Obviamente, es un libro que me ha gustado mucho y que recomiendo a ciegas, estoy segura de que, más allá de sus géneros favoritos, cualquier lector amante de las buenas historias podrá disfrutarlo.






Creo que la mayor parte de la gente que ha sufrido grandes pérdidas en la vida- grandes tragedias- llega a una encrucijada. Quizá no en el primer momento, pero sí cuando la conmoción se desvanece. A veces unos meses después, a veces unos años. Esas personas o bien se expanden como resultado de su experiencia, o bien se contraen.

martes, 6 de octubre de 2015

LOS DULCES AÑOS: LAVYRLE SPENCER



Cuando Linnea llega a Alamo no imagina que aquel hombre irritado que la recibe en la estación de tren se convertirá en su gran amor. Con sólo dieciocho años, la vehemente y alegre Linnea es la nueva profesora y está decidida a conquistar un lugar en la familia que la alberga, así como dentro de la comunidad.

Theodore es un granjero de treinta y cuatro años que vive con su madre y su hijo de dieciséis años. Al igual que los demás granjeros, Teddy se ocupa fundamentalmente de la cosecha y cuando Linnea llega a vivir a su casa, se siente invadido e irritado porque la joven no respeta las reglas tácitas de la comunidad.

Lentamente, en medio de las tareas cotidianas, surge entre ellos un amor profundo. Atemorizado por la diferencia de edad entre ambos, Teddy intenta alejarse de Linnea. Pero ella está dispuesta a aceptar el desafío porque sabe que él es su destino.



Me puse un reto a inicios de este año, además de los organizados por algunos blogs a los que me sumé. Este es uno personal, y se trata de leer a las grandes autoras de la romántica, todas las que siempre me han recomendado, pero que por un motivo u otro nunca había leído. Creo que no voy mal, he tachado a varias pendientes de la lista y hasta ahora puedo decir que he tenido mis aciertos y que me he llevado uno que otro chasco; siendo en su mayoría de los primeros, gracias al cielo. En su momento sumé a Flores en la tormenta de Laura Kinsale a la categoría de libros favoritos, y solo por eso este reto ha valido la pena. Ahora vengo a hablar de otro título que si bien no creo que vaya a ir a esa lista, que es reducida y un tanto exigente, todo hay que decirlo, definitivamente se hace un buen lugar entre los mejores libros que he leído este año.

El planteamiento de la novela en sí puede no ser del todo original, pero la verdad es que cada vez que escucho, leo, o incluso pienso eso de una historia, me recuerdo que en la literatura, al menos para mí y en su mayoría, lo importante no es tanto qué cuentas sino cómo lo haces y aquí la señora Spencer se ha lucido. Partiendo de un romance que puede parecer común; una joven mujer que empieza una nueva vida en un lugar que le es del todo ajeno, conoce a un hombre un poco malgeniado, o que parece serlo y ambos se enamoran, la autora nos lleva por un viaje alucinante por una época muy interesante de la historia en un lugar del que he leído poco, como es la zona rural de Dakota del Norte. 



Si soy del todo sincera, siento que no he sido del todo conquistada por el romance de Linnea y Teddy en sí, como por las historias de vida que Spencer ha narrado a lo largo de las páginas, porque ella intercala el romance con el día a día, y estamos hablando de un tiempo y contexto social muy complicado. Spencer nos lleva a conocer a hombres y mujeres cuya mayor aspiración,  en el mejor de los casos, es simplemente sobrevivir, y es que entonces resultaba casi utópico esperar más. El trabajo duro, las pérdidas constantes, vivir de la tierra y  verse a veces sobrepasados por las desgracias eran el pan de cada día; pero pese a ello, siempre había lugar para una alegría, un baile al final de un largo día de trabajo, una cena caliente frente a la chimenea, la ilusión de un nuevo amor... Y eso es lo que viven nuestros protagonistas y los secundarios, que están también muy bien retratados. La diferencia de edades, por otra parte, me ha resultado también muy interesante, y lejos de espantarme, me ha parecido algo que vale mucho la pena explorar, y que bien hecho, como en este caso, puede dar resultados fabulosos. Este no es un romance del todo almibarado, por así decir, sino realista y muy humano, con unos cuantos encontronazos, declaraciones arrancadas no siempre con el mejor de los ánimos, y sobre todo con mucho amor, de ese real que al fin de cuentas es el único que vale la pena.

La vida es compleja y no siempre justa, y eso es algo que Lavyrle Spencer retrata de forma perfecta en esta historia, pero también es hermosa e, incluso en los peores momentos, nos da motivos de alegría, y eso también lo tenemos aquí, de modo que recomiendo esta historia tanto para quienes son amantes de la romántica como para quienes se acercan del género de vez en cuando; seguro que no los decepcionará.