miércoles, 29 de abril de 2015

ANDANZAS LITERARIAS: EN BUSCA DE UN HOGAR RECARGADO


Hace un tiempo que no hago una entrada para actualizar mis andanzas literarias, que de alguna forma hay que llamarlas, y creo que es un buen momento para hacerlo. 

Por fortuna, las cosas van bastante bien con las últimas aventuras, han sido unos meses interesantes, de profundo aprendizaje que me han ayudado a replantearme muchas cosas, analizar pros y contras, y modificar ligeramente el rumbo tomado; eso siempre viene bien, cada tanto es importante detener el camino, dar un respiro y, si es necesario, corregir todo aquello que sea posible y necesario. He descubierto, aun cuando era algo que ya sospechaba, que la publicación independiente y tradicional no difieren demasiado en realidad, al menos no en estos tiempos y ello me ha permitido disfrutar tanto un proceso como el otro. Cierto que publicar con una editorial es siempre fascinante, un sueño cumplido, en especial cuando se trata de algo que siempre vi muy lejano por mi particular situación, de forma que estoy muy contenta con todo lo cosechado hasta ahora y lo que espero que venga en el futuro. Continuaré lanzándome a recorrer nuevas aventuras, tanto con una práctica como con la otra, y confío en que, con mucho trabajo, amor y el apoyo de los gentiles lectores, todo salga bien.

Para empezar, decidí apostar por reeditar la primera novela que autopubliqué de forma independiente, En busca de un hogar, con la que di bastante lata en su momento, y que, pasado el tiempo, no ha dejado de darme satisfacciones. Quiero a todas mis historias, claro, pero esta en particular tiene un lugar muy especial en mi corazón, fue la primera que me hizo sentir consciente de que el escribir era un camino al que no debía temer y la recepción que ha tenido cimentó esa idea. Así que quienes no la leyeron o quienes quieran hacerlo en una nueva edición, súper revisada y mejorada, podrán hacerlo muy pronto, en los primeros días de junio para ser más precisa, gracias a Romantic Ediciones. La nueva portada es sencillamente preciosa y no puedo estar más enamorada de ella. ¿Qué opinan? ¿Es bonita o es bonita?


Y bueno, sobre otros proyectos, me guardo uno pequeño y muy personal bajo la manga, que puede ser un verdadero desastre por lo particular de la idea, de allí que prefiera trabajar en él en completa soledad. Prometo traer novedad al respecto muy pronto.

Mientras tanto, aplico más que nunca las máximas que he ido aprendiendo en este difícil camino. Mucha disciplina, total entrega, respeto por uno mismo, principios e ideales, respecto por el lector, desde luego, y trabajar duro para sentir la satisfacción al dar una mirada atrás de que absolutamente todo lo hecho nació del amor que las letras me inspiran. Hasta ahora voy bien en ese sentido y espero seguir así. Mil gracias por el apoyo que me brindan siempre por aquí y por otros rincones en los que tengo la suerte de mantener el contacto, de todo corazón. 



miércoles, 22 de abril de 2015

FELIZ DÍA DEL LIBRO


«Aprender a leer es lo más importante que me ha pasado. Casi 70 años después recuerdo con nitidez esa magia de traducir las palabras en imágenes» Mario Vargas Llosa.

lunes, 20 de abril de 2015

EL TREN DE LOS HUÉRFANOS: CHRISTINA BAKER KLINE



"Entre 1854 y 1929, los llamados trenes de huérfanos partieron regularmente de las ciudades de la Costa Este de Estados Unidos hacia las tierras de labranza del Medio Oeste, llevando miles de niños abandonados cuyos destinos quedarían determinados por la fortuna o el azar. ¿Serían adoptados por una familia amable y afectuosa, o se enfrentarían a una adolescencia de trabajo duro y servidumbre?

La inmigrante irlandesa Vivian Daly fue uno de esos niños, enviada por ferrocarril desde Nueva York hacia un futuro incierto a un mundo de distancia. Ahora, muchas décadas más tarde, Vivian es una anciana que lleva una vida tranquila y apacible en la costa de Maine, y los acontecimientos de su infancia se han convertido en un recuerdo vago. Sin embargo, en arcones de su desván se ocultan vestigios de un pasado turbulento.

Molly Ayer, una joven de diecisiete años, sabe que cumplir con un servicio a la comunidad ayudando a una anciana viuda a ordenar sus trastos es lo único que puede salvarla de terminar en un centro de menores. Pero a medida que Molly ayuda a Vivian a revisar sus recuerdos y posesiones, descubre que ambas tienen mucho en común. Molly, una india Penobscot que ha pasado su adolescencia entrando y saliendo de casas de acogida, también ha sido educada por desconocidos y tiene preguntas sobre su pasado de las que aún no ha obtenido respuesta".



Al ver la portada de este libro y leer su sinopsis, me dije que tenía que ir por él tan pronto como estuviera disponible por aquí y así he procurado hacerlo. A veces, cuando veo muchas reseñas para un libro en un corto espacio de tiempo, me gusta tomarme un tiempo para que pase la "fiebre", y entonces voy por él, pero con este, como me ha pasado con otros, no he podido resistirme y me alegra que así fuera.

El tren de los huérfanos está basado en un hecho real, lo que me sorprendió mucho; no tenía idea de que esos trenes hubieran existido en verdad, que tantos niños sin un hogar, ya de por sí con un pasado trágico, se vieran arrastrados por medio país para buscar una nueva familia, alguien que los acoja, aun cuando muchos de ellos, en lugar de encontrar cariño y compasión, se vieron arrojados a un destino aún peor que el que llevaban a cuestas.



La historia está narrada en dos líneas temporales, una de ellas en la época que rodeó la Gran Depresión en Estados Unidos y los albores de la Segunda Guerra Mundial, donde conoceremos a Niamh, una niña que junto a su familia deja su natal Irlanda en busca de un futuro mejor, como hicieron muchos inmigrantes en aquella época; pero se ve de pronto sola y desamparada, confundida por las pérdidas y la separación forzada de los suyos y, lo peor, es embarcada junto a muchos otros niños en uno de esos trenes para ir en busca de una nueva familia. Las circunstancias de la vida la llevan de un lugar a otro encontrándose con todo tipo de personas; algunos son seres crueles y egoístas que ven a esos niños como simple mano de obra gratis, mientras que otros le demuestran que aún puede encontrar compasión y amor en el mundo.

La otra historia, narrada casi en la actualidad, nos presenta a Molly, una adolescente de origen indio que va de un hogar de acogida a otro, es problemática y ha construído una coraza para protegerse del mundo, algo natural cuando se ha pasado por tanto, como es su caso. A fin de evitar el reformatorio, consigue la oportunidad de ayudar a Vivian, una anciana que quiere, supuestamente, vaciar su ático, aunque lo que en verdad busca es reencontrarse con sus recuerdos. En un inicio, Molly se muestra renuente a tender cualquier lazo con esta misteriosa mujer, pero ese pasado en común que comparten, esa pesada carga emocional, termina por unirlas y les permite ayudarse la una a la otra de formas que ninguna hubiera podido imaginar.



Por lo general, cuando leo historias narradas con dos líneas argumentales, lo usual es que una termine gustándome más que la otra y sienta más simpatía por uno de los protagonistas, pero en este caso no ha sido así. Aunque es casi imposible no caer rendida de inmediato ante la historia de Niamh/Vivian, la de Molly también es extraordinaria, y cuando se ven unidas, nos ofrecen un cuadro fantástico.

La novela está narrada con una sencillez que conmueve, que llega al corazón y que sacude hasta lo más hondo al recordarnos lo frágil de la humanidad y cómo estamos todos plegados a los caprichos del destino, pero también nos ofrece un halo de esperanza, de saber que sin importar cuánto nos hayan golpeado, cuánto perdimos en el camino, incluso al final de nuestras vidas encontraremos una razón para continuar. Una lectura muy recomendable. 

viernes, 10 de abril de 2015

AMOR CON AMOR SE PAGA: SARAH MCLEAN



Pippa sabe lo que quiere… Pero solo un canalla sabe lo que desea.

Lady Philippa Marbury es… rara. A pesar de ser hija de un marqués, Pippa está más preocupada por los libros que por los bailes, por la ciencia que por disfrutar de la temporada, por su laboratorio que por el amor. La brillante joven arde en deseos de casarse con su simplón prometido y vivir el resto de su vida tranquila, rodeada de sus perros y de sus experimentos científicos, pero antes de que eso ocurra tiene por delante catorce días para investigar sobre las partes más misteriosas y excitantes de la vida conyugal. No es demasiado tiempo, así que para satisfacer sus objetivos necesita que la guíe alguien familiarizado con los rincones más oscuros de Londres.

Necesita… un canalla.

Necesita a Cross, el inteligente propietario de uno de los más exclusivos clubs de juego de Londres. El hombre con la reputación perfecta para mostrarle el lado perverso de la vida. Sin embargo las reputaciones a menudo esconden oscuros secretos y, cuando la poco convencional Pippa le propone que la instruya en la parte científica de las emociones, Cross tendrá que recurrir hasta a la última gota de su fuerza de voluntad para resistirse y no dar a la dama mucho más de lo que está reclamando.



Hace unos días compartí la reseña del primer libro de esta serie, Un canalla siempre es un canalla en El mundo alrededor y menciono allí que así como ese me gustó mucho, sin duda el segundo, Amor con amor se paga, me encantó, y por eso vengo a compartir mis impresiones por aquí.

Creo que el punto fuerte de esta novela, si dejamos de lado el hecho de que el estilo de Sarah McLean es delicioso y engancha con mucha facilidad en la mayoría de sus historias, estriba en que nos presenta una protagonista femenina muy especial, de lo más interesante que he leído en mucho tiempo. Pippa se considera rara, y no solo son ideas suyas, se lo dicen con frecuencia quienes la conocen, y quienes no también, y estoy segura de que quienes lean su historia y se asombren con su personalidad pensarán lo mismo y estarán en lo cierto. Pippa es rara, pero yo prefiero considerarla peculiar, me parece una palabra preciosa, aunque la idea es más o menos la misma, y he allí el encanto de esta heroína. Ojo que Pippa no es una rebelde, no va contra las formas a propósito ni sus actos van llevados por el capricho; es una persona extremadamente racional, quizá más de lo normal, que se aferra a la lógica como un náufrago a la orilla, y lo hace con mayor razón cuando se enfrenta a acontecimientos claves en su vida. Sin duda, el matrimonio es uno de ellos, y cuando acepta casarse con un conde algo anodino y no precisamente brillante, decide que quiere al menos llegar al matrimonio con suficiente conocimiento práctico para hacer que funcione, y es por ello que recurre a Cross, un libertino en toda regla, o al menos eso le indican sus concienzudos estudios.



Cross, por su parte, se nos presenta como un personaje que sirve de contra parte perfecta a Pippa. Es un poco peculiar también, lo que me encanta, aunque no lleva su sentido de la lógica a los mismos límites, es más pasional y consciente del mundo en el que vive. Al igual que Michael, el protagonista de Un canalla siempre es un canalla, me parece que no resulta tan fiero ni tan canalla como lo pintan en la sinopsis, lo que en lo personal se agradece; me gusta que al leer acerca de él vayamos comprendiendo que se trata de un hombre que tiene excelentes razones para ser como es, que se nos vayan develando sus errores y las culpas que arrastra y que lo llevan a intentar redimirse durante toda la historia, por equivocado que puedas estar a veces en sus métodos; y sobre todo, me encanta que esté dispuesto a ser salvado. 

Los diálogos de la historia me han parecido maravillosos, en su mayoría los que comparten los protagonistas; son por momentos hilarantes y luego increíblemente románticos, sin que Pippa pierda su peculiaridad ni Cross su encanto. En verdad Sarah McLean se ha convertido en todo un descubrimiento para mí y espero poder ponerme con el siguiente libro de la serie, No hay amor sin espinas, lo antes posible. Y luego, claro, a esperar el cuarto en tanto me quedo sin uñas...