sábado, 29 de marzo de 2014

UNA ROSA MÁS



Esta es una entrada muy cortita para comentarles algo que me tiene muy contenta y es que uno de mis relatos ha quedado seleccionado para ser parte de la Antología de Romance Histórico 152 Rosas Blancas, de Editorial Divalentis. En verdad ha sido una linda sorpresa enterarse de esto, porque es un certamen que ha tenido mucha acogida entre escritores de romántica y no pensé que fuera a quedar, pero ha pasado y eso me alegra mucho.



Además, como verán en la lista que publicó la editorial de todos los seleccionados, hay muchos nombres conocidos por allí y eso es algo para celebrar aún más; siempre es una alegría compartir páginas con personas a quienes admiras y respetas.



Y bueno, esa es una novedad que quería compartir con ustedes, que siempre tienen palabras tan amables conmigo y me apoyan en este camino de la escritura. Además, quiero aprovechar también para felicitar a la ganadora, finalistas y todos los participantes del certamen, así como agradecer a la editorial por esta fantástica oportunidad.

Ahora, a seguir trabajando para traer más novedades. Gracias por estar.


domingo, 23 de marzo de 2014

NOTAS SOBRE EL ARTE DE ESCRIBIR: CLARICE LISPECTO



Escribir es una maldición que salva. Es una maldición porque obliga y arrastra, como un vicio penoso del cual es imposible librarse. Y es una salvación porque salva el día que se vive y que nunca se entiende a menos que se escriba.

¿El proceso de escribir es difícil? Es como llamar difícil al modo extremadamente prolijo y natural con que es hecha una flor.

No puedo escribir mientras estoy ansiosa, porque hago todo lo posible para que las horas pasen. Escribir es prolongar el tiempo, dividirlo en partículas de segundos, dando a cada una de ellas una vida insustituible.

Escribir es usar la palabra como carnada, para pescar lo que no es palabra. Cuando esa no-palabra, la entrelínea, muerde la carnada, algo se escribió. Una vez que se pescó la entrelínea, con alivio se puede echar afuera la palabra.

lunes, 17 de marzo de 2014

PELIGROSAMENTE TUYA



Alma regresa a su hogar tras haber conseguido su sueño: ser veterinaria. Tras varios años de duro trabajo, un día en una fiesta con antiguos compañeros le sucede algo: se convierte en el punto de mira de Pedro, en su obsesión.

Héctor es un Guardia Civil que se marcha a las montañas tras la muerte de sus compañeros y el rechazo de su pareja. Años después, vive tranquilo, pero de repente, su vida cambia al conocer a Alma.

En la soledad de las montañas, y tratando de estar a salvo de un grupo de cazadores furtivos, algo crecerá entre ellos. Algo mucho más peligroso que una obsesión.



Hace un tiempo leí el primer libro de Raquel Campos, Un amor en el tiempo, una novela histórica, una que me encantó, de allí que tuviera mucha curiosidad por saber cómo se desenvolvería la autora en esta nueva faceta, escribiendo una historia contemporánea y con una trama muy actual. Y puedo decir, con mucho gusto, que la autora se desenvuelve tan bien en un género como en el otro.

La trama parte de dos puntos, desde la óptica de nuestros protagonistas: Héctor y Alma. El primero deja la ciudad en la que vivía luego de un terrible atentado en el que pierde a amigos muy queridos y tras sufrir una decepción amorosa. Se podría decir que se ve en un punto de quiebre, de esos a los que nos enfrentamos todos alguna vez en la vida: ¿seguir donde estamos o buscar otro camino? Héctor opta por lo segundo y elije un pequeño pueblo, hermoso en su vegetación y fauna, se emplea como agente del SEPRONA y se aleja un poco del mundo, aunque está lejos de ser un ermitaño, tan solo aprecia la paz y tranquilidad del campo. Alma, por su parte, es una joven de buen corazón, trabajadora y muy íntegra que deja su pueblo para estudiar la carrera de veterinaria en una ciudad cercana, pero anhela regresar a su hogar y cuando lo hace, se reúne con su familia y se entrega al trabajo.



Es a partir de aquí donde esos dos puntos se encuentran y se unen. Héctor y Alma se conocen en situaciones complicadas e inmediatamente nace la camaradería entre ellos, en particular por el amor compartido por la naturaleza. Algo a rescatar, que me parece muy interesante y en gran parte eje de la trama, es que la autora nos presenta un problema muy actual y frente al que se está en guerra continua: la caza ilegal. Un grupo de hombres se dedica a cazar animales para lucrar con ellos y tanto Héctor como Alma se ven involucrados en el horror; el primero por cumplir con su deber, y la segunda porque desgraciadamente conoce a esos cazadores furtivos, y en el proceso de detenerlos se enfrentan una y otra vez al peligro en tanto el amor se va desarrollando entre ellos.

Algo que también me gustó mucho de la trama y que rescato en particular es el hecho de que el romance entre los protagonistas se da de forma progresiva, ambos tienes sus miedos y desconfianzas y no tienen nada sencillo decidir si vale la pena darse una oportunidad; y sin embargo, se verán en un punto de no retorno en el que tendrán que hacerlo y de esto dependerá su felicidad futura.

La cuidada narración, una excelente construcción de personajes y las descripciones de paisajes idílicos son motivos más que suficientes para animarse con una historia encantadora y muy de nuestro tiempo que no deja indiferente.

domingo, 9 de marzo de 2014

LA IMPORTANCIA DE LA LECTURA AL ESCRIBIR



La cita puede parecer un poco dura, pero es una verdad lapidaria y elemental; no hay manera de poder escribir bien si no se lee. La lectura nos enriquece en todo sentido, eso es bien sabido, pero cuando de escribir se trata, es sencillamente fundamental.

Una amiga y excelente escritora compartió una frase que en su momento me impactó mucho y que con el tiempo he llegado a comprender y asimilar, de forma que se ha convertido en una de las máximas que rigen mi vida cuando de leer y escribir se trata.

"Los escritores son vampiros" Bernard Henri Lévy

La frase es impactante y tiene muchas interpretaciones. Por una parte, creo firmemente que quien escribe se alimenta de todo lo que le rodea: hechos cotidianos, palabras intercambiadas u oídas al vuelo, noticias, el color del cielo (esto puede parecer innecesariamente poético, pero no lo es para nada); en fin, de todo lo que alcanza a ver, oír, sentir, etc. Además, y he aquí el poder de la lectura, resulta imposible leer un libro y no ser un mejor escritor una vez que lo hemos terminado. Asumimos, por supuesto, que hemos leído un libro que podría catalogarse como bueno, aunque esto es desde luego subjetivo de acuerdo a los gustos de quien lee, pero vamos a dejarlo allí, en que es un libro escrito de forma correcta, con un contenido enriquecedor y que, en menor o mayor medida, nos marca. Entonces, es indudable que aprendemos de lo que leemos. Solo que nosotros no consumimos sangre, sino palabras; estas nos fortalecen y nos acompañan en el largo camino de convertirnos en mejores narradores.

Stephen King dijo respecto a la lectura: "Si quieres ser escritor, lo primero es hacer dos cosas: Leer mucho y escribir mucho. No hay manera de saltarte esto; no hay atajos ni trucos de magia. Ese es el secreto".




Desde luego, hay mucha literatura en el mundo y es un poco complicado decidir cuál es aquella que nos ayuda a convertirnos en mejores escritores pero, de nuevo, esto es muy relativo, porque al fin y al cabo los gustos son variados, lo que uno aprecia otro puede simplemente detestarlo, y así, es lo más natural del mundo. Supongo que en gran medida se trata de algo que es importante no solo en la escritura sino en cada aspecto de la vida y es que debemos ser honestos con nosotros mismos. Pueden decirnos muchas cosas acerca de prácticamente todo, pero como seres pensantes y con criterio propio, tenemos la habilidad y en gran medida, la obligación, de no engañarnos, de ser sinceros respecto a lo que tenemos al frente. De allí la maravilla de estudiar un escrito, no solo los que leemos como amantes de la literatura, sino los propios; analizar puntos flojos, sumergirnos en lo que nos hace sentir, resaltar aquello que creemos es verdaderamente bueno y merece ser atesorado; en fin, escoger lo que nos nutra de forma positiva para mejorar y descartar lo que no nos provea ninguna enseñanza.

Sigo citando a autores talentosos, no puedo evitarlo, y no creo que deba hacerlo, porque de ellos se aprende un montón. Richard Bach dijo: "Un escritor profesional es un amateur que no se rinde" y la frase encierra tanto humildad como una sencillez aplastante. Nunca se deja de aprender, no importa la edad que uno tenga, cuándo se empezó a escribir o qué tan exitoso seas; nunca, nunca, nunca dejarás de descubrir algo nuevo, algo por mejorar, y eso es una bendición. Pensar lo contrario es muy triste. 

Ahora, en estos tiempos, es un poco complicado dedicarle tiempo a meditar en este tema, de allí que la idea me ronde tanto últimamente. Noto tal frenesí de información, publicidad desmedida y prisas, que llega un momento en que tienes que detener el carro si vas conduciendo, o bajarte del bus, lo que sea, respirar, dar un vistazo alrededor y recuperar tu centro, porque si no, corres el serio riesgo de encontrarte del todo perdido y si sigues avanzando sin rumbo, el camino de vuelta a casa será cada vez más difícil. Y todos queremos, tarde o temprano, regresar a casa.



Supongo que lo que intento decir es que no debemos olvidar es lo que nos lleva a perdernos en las letras de un libro, o a escribir uno; esa libertad que nos concede el crear o dejarse llevar por cada historia que nos toca el corazón. Pérez Reverte dijo: "La vida es muy traicionera, y cada uno se las ingenia como puede para mantener a raya el horror, la tristeza y la soledad. Yo lo hago con mis libros". No sé qué tan identificada me sienta con estas palabras, supongo que más de lo que me gustaría reconocer, pero es cierto que encierra una gran verdad. Escribir es en gran medida una válvula de escape, un oficio solitario en el que volcamos nuestros sentimientos más profundos, y luego, si reunimos el suficiente valor para exponer nuestro corazón, lo compartimos, y esperamos que de alguna forma, aún en la más pequeña, marque también a alguien, aún cuando sea una sola persona, tal y como tantos libros nos marcaron a nosotros. Porque de eso se trata la literatura, después de todo, o al menos es parte fundamental de ella; es un círculo, vicioso o no. Escribimos, leemos, compartimos... hacemos una u otra cosa, una y otra vez, y eso nos mantiene vivos, y a veces, felices. Y yo quiero ser feliz, lo que sea que signifique eso.

"Respeta tus esfuerzos, respétate a ti mismo. El auto respecto conduce a la auto disciplina. Cuando cuentas con estos dos factores es cuando tienes el verdadero poder". Clint Eastwood 

sábado, 1 de marzo de 2014

CARTAS A LUCA: PAULA RIVERS



A veces debemos darle una oportunidad al amor. Tai acaba de reencontrarse con Lex.  Muchas cosas han pasado entre ellos y en ellos. La vida ha sabido llevarlos  por un camino de éxitos pero la fama, el dinero y el reconocimiento no siempre  te dan felicidad.

Bj, el mejor amigo de Tai muere en extrañas circunstancias, para ella será difícil  comprender que alguien tan cercano pueda ser en realidad un asesino frío y calculador. Pero Luca siempre está ahí, al alcance de la mano, y su ceguera le ha impedido ver cuál es la verdadera raíz de sus sentimientos. Ahora es tarde, Tairi ha decidido darle  a Lex una segunda oportunidad y a su hijo la de conocer a su padre.

¿Qué será más fuerte? ¿El amor a un hijo o el amor a un hombre?

Para Tairi cualquiera de las dos opciones, cambiará su vida.

Mientras tanto la sombra del asesino está tras Tairi ¿Es que acaso el odio puede  más que el amor y la razón? Sigue la vida de Tai a través de las cartas que envía a Luca, quien sabe, quizás si  está destinada a ser feliz y vivir…



En una reseña anterior, les hablé acerca de la primera parte de esta historia, El despertar de Tairi, y compartí lo mucho que me había gustado. Bueno, al fin he podido ponerme con su secuela, Cartas a Luca y puedo decir que esta me ha gustado aún más. 

En la primera parte de esta historia conocimos a Tairi, o Tai para los amigos, un personaje femenino muy interesante, complejo y con una carga emocional bastante pesada, lo que mucha veces la ubica en situaciones difíciles a las cuales enfrentarse. En la anterior entrega, fuimos parte del inicio de un nuevo capítulo de su historia, cuando conoce a Lex, ese famoso actor del que se enamora y con el que entabla una relación tormentosa con un abrupto final, pero de la que quedan muchos cabos sueltos, muchas decisiones que enfrentar; porque a veces las cosas no terminan como una espera y la vida se encarga de ponerte en el camino nuevamente a esas personas que una da por perdidas.



La inclusión de un personaje al que ya conocíamos, Luca, ese amigo fiel que sirve de apoyo a Tairi en los momentos más difíciles de su vida, enriquece la historia de una forma muy especial. En esta segunda parte podemos conocerlo mejor, apreciarlo y agradecer el hecho de que forme parte de la vida de nuestra protagonista en muchos sentidos. 

Este novela tiene una serie de frentes a los cuales prestar atención y que te mantienen con la curiosidad intacta en lo que se desarrolla la trama: el regreso de Lex, la indecisión de Tairi respecto a si darle una nueva oportunidad y formar una familia; enfrentarse a sus verdaderos sentimientos por Luca y, algo muy interesante, una amenaza en la forma de un asesino que pone en peligro todo por lo que la Tairi tanto ha luchado. Cada cabo queda cuidadosamente atado, con esmero, para cerrar con broche de oro esta Íntima Sinfonía, como ha nombrado la autora a la serie. 

En resumen, una muy buena historia con un desenlace más que inesperado y que deja con la sensación de haber acompañado a nuestra protagonista durante un largo viaje en la búsqueda de su propia identidad y sobre todo, su felicidad.

Gracias a la autora y al Club de las escritoras por permitirme leer esta historia.